Franquismo, dictadura títere del imperialismo anglo-yanqui




"Hacia 1939 el régimen español triunfante en la guerra civil se consolida, nacional e internacionalmente, gracias al apoyo británico. El franquismo es una de las más grandes creaciones de la diplomacia inglesa en el continente europeo. Esta afirmación puede parecer temeraria y distorsionada dadas las ligazones que en la época existieron entre las "fuerzas nacionales" y los regímenes alemán e italiano. Pero tanto la actitud británica durante la guerra civil como la actitud del franquismo durante la segunda guerra mundial y aun más allá de ella, permiten apreciar un nivel profundo en las relaciones británico-franquistas que, de cara al futuro, fue mucho más importante que el aparente alineamiento de España con las potencias del Eje.


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La no intervención británica en la guerra civil significó de hecho una actitud de apoyo al gobierno de Burgos, presidido por el general Franco. Ese apoyo se consolida económicamente con la caída de Bilbao y la reanudación de una fuerte actividad de intercambio económico entre el gobierno nacional e Inglaterra.


Esa apertura comercial inglesa sería de la máxima importancia para el general Franco durante la guerra civil, pero sería aun más al finalizar ésta. Paralelamente, los servicios secretos británicos realizan un concienzudo trabajo entre grupos importantes de oficiales republicanos. Uno de los resultados más brillantes de este trabajo se materializaría luego, en 1939, en la actitud del coronel Casado, entregador de Madrid, que moriría en Londres, de viejo, en la década de los 70.


A partir de 1939, la estructura del comercio exterior español tiene un partner principal, la Gran Bretaña. Esta situación de mutua oxigenación no se interrumpe durante la II GM. Franco resiste todas las presiones alemanas, que eran increíblemente fuertes por razones obvias, a permitir la invasión de Gibraltar, que está a tiro de fusil del continente peninsular. El generalísimo sabía pagar sus deudas de honor. Y aunque más no sea por esta vez, Londres hace lo mismo una vez finalizado el conflicto.

El Foreign Office es el gran escudo protector del franquismo en la posguerra. Churchill tenía muy claro quién era el enemigo principal. El último gran servicio que rinde la diplomacia británica al franquismo es el de actuar de puente entre España y los Estados Unidos en la década de los años 50. El general Eisenhower llega a Madrid de la mano del Foreign Office. Lo que sigue es historia conocida.


Los acontecimientos que comienzan con Chamberlain y sus pactos de apaciguamiento con Italia y Alemania, basados en el profundo anticomunista del conservadurismo británico, tendrán una larga e importante consecuencia geopolítica y geoestretégica para España. La atlantización de España, bajo una forma dependiente y subalterna, en todo caso muy distinta a la España atlántica del siglo XVI, es una de las grandes improntas históricas que impone la herencia del franquismo. La otra es de orden interior y tiene relación con la "revolución blanca" que encauza el pasaje de un país agrario a una sociedad industrial con excedentes de producción. "

Terrorismo fundamentalista judío, Norberto Ceresole